RSE sí, pero con Corresponsabilidad

 

F. Xavier Agulló Garcia
Experto Internacional en RSE, Editor de BlogResponsable.com

Con el advenimiento de la crisis económica en los países en desarrollo y buena parte de los que van camino del mismo, debemos preguntarnos sobre cuál es la utilidad de la RSE para las empresas cuando, a menudo, quienes les compran no lo valoran. Son muchísimas las empresas que han aparcado sus planes o simplemente no han querido entrar en una cuestión que debería ser vertebral en cualquier empresa, como sistema de gestión de excelencia que es. Personalmente opino que la RS"E" (o sea, empresarial), por si sola, sirve de poco. Me remito a un comentario que uso habitualmente, cuando un empresario PYME me inquirió sobre porqué tenía que ser socialmente responsable (es decir, ir más allá de los mínimos legales) cuando quienes le compran no lo son.

Podemos debatir largamente sobre la cuestión, pero creo que quienes leemos esto ya sabemos los argumentos que siempre usamos para destacar las ventajas de la RSE, y personalmente las comparto. Pero también tiene sus inconvenientes u oportunidades de mejora, si así preferimos llamarlo.

Y es que no podemos contemplar la RS"E" como una cuestión aislada, pues no tiene sentido en una visión holística de nuestra sociedad, donde incluso quien incumple las leyes (caso por ejemplo habitual en China) sale ganando. La RS"E" debe abordarse desde un punto de vista global o territorial, donde la RS del resto de actores también se desarrolle: gobiernos, ONG, individuos, medios de comunicación, universidades, etc. (RSG, RSO, RSI, RSM, RSU, etc.).

La RS de cualquier actor 'sirve de algo' cuando es valorada por los grupos de interés, cosa que de forma aislada no tengo para nada clara en la RS"E", en cualquier caso está claro que en el mercado no, y a menudo entre quienes trabajan en las empresas tampoco, que se enrocan en que la asunción de una ventaja social es un derecho adquirido y deja de valorarlo.

La RSE toma todo su sentido cuando la abordamos territorialmente, cuando contemplamos la RS como una interacción de las RS de cada uno de los agentes del territorio al que nos refiramos. Con ello contemplo que la RSC a nivel mundial no tiene sentido, dada la gran diversidad de actores, y lo adquiere cuando la enmarcamos en un entorno territorial concreto, cuando los actores pasan de ser instituciones a caras concretas, personas en definitiva.

Porque es la interacción de personas, más que de instituciones, la que otorga legitimidad a la RSE, cuando realmente cada persona, actor en sí mismo, es capaz de percibir las ventajas de la actitud socialmente responsable de los otros actores.

Es una RS en red o los Territorios Socialmente Responsables los que dan sentido a la RS individual de cada actor, que por sí misma es como una cabaña en la cima del Everest. También es en este contexto donde la RS deja de ser una política formal para pasar a ser Amor entre actores, personas. Sin este contexto, la RS"E" no tiene sentido, y o bien todos los actores pasar a asumir su rol o las empresas acabarán cansándose o simplemente haciendo maquillaje.

Es pues de recibo que exijamos a todos los actores sociales que ejerzan su responsabilidad que como derecho y obligación tiene adquirida. Cada actor, desde su RS, puede actuar al interior de sus valores y acciones, y también hacia al exterior en lo que podemos llamar Responsabilidad Social Territorial, es decir, todo aquello que hace un actor en relación con algún otro actor del territorio o región, en colaboración, con corresponsabilidad.

En especial, el fomento de la RS de actores tractores como son el mercado (vía consumo responsable, vinculado con la RS individual) y la inversión socialmente responsable (ISR), da combustible a la RSE y la alimenta para que tenga un sentido en un contexto de corresponsabilidad. No podemos exigir a las empresas lo que sus grupos de interés no practican y valoran.

Finalmente, y como etapa finalista de este planteamiento, sería recomendable para las regiones o territorios que aspiren a ser socialmente responsables, que gestionen su RS conjunta, su corresponsabilidad, con un sistema de gestión, del mismo modo que lo hace o puede hacer una empresa siguiendo estándares como la norma SGE 21:2008 de Forética. A nivel territorio o región (¡o país!) pues, compete a sus actores tractores (gobierno, universidades, medios de comunicación, etc.) el establecer un sistema de gestión que facilite la interrelación de los actores de una forma fluida, de forma que puedan compartir su RS de una forma corresponsable.